¿DEBERÍA OPERARME EL HOMBRO?

26 Jul, 2020

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DOLOR DE HOMBRO, ¿ME OPERO?

¿Llevas tiempo sufriendo dolor de hombro y te han dicho de operarte?

¿Te han hecho una resonancia magnética, radiografía y/o ecografía y te han dicho que tienes una rotura del tendón o un síndrome subacromial?

¿Has leído en Google que en esos casos lo mejor es operar?

Entonces tienes que leer este post donde te contaré qué más opciones tienes y cuál es el tratamiento estrella para estos casos. Y no, no es la cirugía como podrías pensar.

HABLEMOS DEL DOLOR DE HOMBRO

El dolor hombro es, solo por detrás del dolor lumbar y cervical, uno de los problemas musculo-esqueléticos más comunes y que más vemos en consulta los fisioterapeutas.

También es de las enfermedades que más bajas laborales causa. Suponiendo un coste económico y social bastante alto.

Solo entre el 20-50% de los pacientes consiguen que los síntomas remitan por si solos tras 6 meses, SIN TRATAMIENTO. Por ello, muchos deciden operarse para poner fin a los síntomas, ya cansados por estar tanto tiempo con dolor.

Pero hoy te voy a explicar qué opciones tienes y si pasar por la cirugía es la mejor y la primera opción.

Un inciso que quiero hacer es que vamos a hablar exclusivamente de problemas de hombro NO traumáticos, es decir nada de luxaciones, fracturas por accidentes laborales o de tráfico, etc. 

Bien empecemos.

CASO TÍPICO

Una historia típica que me suelen contar los pacientes cuando vienen a consulta suele ser la siguiente: 

“Empecé con un dolor ligero de hombro tras X actividad o movimiento que me fue a más, no me dejaba dormir ni mucho menos trabajar”

“Fui a mi médico de cabecera quien me recetó analgésicos y antiinflamatorios que me mejoraron algo pero en cuanto dejé de tomarlos estaba mal otra vez. Así que me mandó al traumatólogo quien a su vez me mandó a hacer unas pruebas de imagen. Una  RX y/o RM. “

En las pruebas me salió una rotura del supraespinoso y de algún otro tendón del manguito además de alguna calcificación (¿por qué no?).

Claro si eres el paciente después de oír esto lo primero que te preguntas es cómo has sobrevivido con semejante destrozo en el hombro y pues claro, piensas que es normal que te duela tanto.

Entonces te vas a casa bastante preocupado/a por tu hombro y curiosamente esa misma noche todavía te duele más y te es imposible pegar ojo ni pensar en otra cosa.

Llegas a la siguiente cita con tu trauma con todas las pruebas ya hechas, te mira directamente a los ojos y te dice:

“Te voy a ser sincero porque no quiero andarme con rodeos ya que el tiempo se nos echa encima, ese hombro esta muy mal. No vas a estar tomando antiinflamatorios de por vida porque te vas a acabar destrozando el hígado y los riñones. Así que te voy a plantear tus opciones: puedes “PROBAR” con la fisioterapia, podemos “PROBAR” también con una infiltración a ver si mejoras algo. Pero al final habrá que operarte porque eso esta fatal”

(LA PALABRA PROBAR ESTÁ RESALTADA A PROPÓSITO)

Claro como paciente, tú quieres lo mejor para tu cuerpo no quieres andar probando nada. Quieres el tratamiento bueno directamente. Y el problema es que te plantean todo lo que no sea cirugía como “puede” que mejores.

Es como si te coge tu padre cuando tienes 18. Vale hijo/a ahora que te has sacado el carnet te voy a comprar lo que tu quieras: un patinete nuevo, un Seat Ibiza o un Ferrari F430. (Obviamente en FisioTuber escogeríamos el patinete que contamina menos). 

Pero a ti te atrae la idea del Ferrari y ni siquiera le prestas atención a las otras opciones, ya que social y culturalmente siempre nos las han presentado de menor prestigio o valor.

Con los tratamientos ocurre lo mismo, ¿vas a elegir un tratamiento de segunda que a priori parecen retrasar lo inevitable que es operar? Ninguno queremos tratamientos que nos presentan como de segunda, queremos el bueno de verdad, la solución definitiva.

El problema está en que culturalmente siempre hemos dado por sentado que las cirugías son la mejor solución porque es lo más caro y lo que tiene un halo alrededor más grandioso y ambicioso.

Pero tampoco nos hemos parado a investigar cuáles son nuestras opciones, aunque si has leído hasta aquí te felicito porque de verdad tienes una mente abierta a otras opciones y te aseguro que vas a salir ganando.

LAS PRUEBAS

Hablando de las pruebas que te realizan antes de operar cuando existe dolor de hombro, lo que ocurre es que no se realizan buenas valoraciones en el sistema sanitario, no son todo lo elaboradas que deberían ser. Por falta de tiempo, recursos (aunque no creo) y formación específica.

Una valoración ideal debería de contar con las siguientes partes:

Una buena entrevista. La clave esta en una buena entrevista. Entrevistar al paciente para saber toda la historia de cómo empezó, qué síntomas tiene y qué cosas le empeoran… De aquí ya sacamos una hipótesis de lo que el paciente puede tener.

Pruebas físicas: para ver su movilidad, fuerza, qué movimientos o actividades duelen…Para confirmar y/o descartar nuestra hipótesis.

3º En el caso de que queden dudas y necesitemos una confirmación o descartar algo más grave: ya entonces se piden las pruebas llamadas COMPLEMENTARIAS de imagen como: RX, RM, ECO…

El gran problemas de las prisas en sanidad es que los pasos 1 y 2 suelen saltarse o abordarse de forma superficial pasando de puntillas por la entrevista y la exploración física, dejando todo el peso del diagnóstico en las pruebas de imagen. La RX y RM de turno.

El gran problema de las pruebas de imagen en las lesiones de hombro

El problema es que una persona que va al médico no es un coche que va al taller y si hay un pieza en mal estado simplemente se sustituye o se repara y ya.

Somos personas. Tenemos un cerebro,  creencias, emociones, preocupaciones, un conjunto de tejidos y estructuras vivas… No trozos de metal y tornillos.

La ciencia ha demostrado que estas pruebas de imagen no nos dan información de los síntomas del paciente, esto solo se puede conocer mediante una buena entrevista. Además, muchas veces no hay una correlación entre los síntomas y la prueba de imagen.

Porque los síntomas no solo vienen de un daño en la estructura del tendón, la articulación, ligamentos…algo que se pueda ver haciendo una RX o RM.

El dolor viene de diferentes factores tanto biológicos como psicológicos y sociales, por eso hay que analizar diferentes factores. No guiarnos solo por imágenes a la hora de decidir el mejor tratamiento.

En un estudio científico se observó que el 96% de hombres sanos que nunca han tenido dolor de hombro mayor de 40 años presenta anormalidades en el hombro en un examen con ecografía.

Ultrasound of the Shoulder: Asymptomatic Findings in Men

Por eso si en la prueba te han salido calcificaciones, roturas, etc. No te preocupes en exceso.

Porque es probable que si le hicieran la misma prueba a tu acompañante al examen por imagen, le saldría lo mismo que a ti y a él/ella no le duele nada y está jugando a pádel sin problemas.

En resumen, que te salga algo mal en la prueba de imagen NO significa que tenga correlación con tus síntomas. IMAGEN NO ES IGUAL A SÍNTOMAS.

TRATAMIENTOS PARA EL DOLOR DE HOMBRO

Por ello el tratamiento no debería de ser algo que exclusivamente se centrara en reparar lo que se ve en una prueba, sino teniendo en cuenta al paciente, a la persona. Por eso la cirugía no es la única ni tampoco la mejor opción. 

Sobre las otras opciones a parte de la cirugía…

Por ejemplo, las infiltraciones han demostrado ser efectivas al corto plazo.

También han demostrado ser efectivos los tratamientos pasivos de fisioterapia, es decir, técnicas que se hacen sobre el paciente en las que el paciente no tiene que hacer nada: como la punción seca, terapia invasiva, acupuntura, terapia manual…

Pero al igual que la infiltración solo han demostrado su eficacia en el corto plazo para mejorar el dolor y la funcionalidad. 

Entonces, ¿hay algún tratamiento efectivo científicamente que pueda ahorrarme la cirugía? Pues si lo hay.

EL TRATAMIENTO ESTRELLA

Pues sí, existe un tratamiento efectivo a largo plazo y no, no es necesario escalar el Everest con una mano atada a la espalda para coger una flor milagrosa que solo florece en año bisiesto y hacer un ungüento mágico con ella.

¡ESTE TRATAMIENTO ES EL EJERCICIO TERAPÉUTICO!

No es milagroso ni es mágico. Y requiere esfuerzo y constancia por parte del paciente, pero el resultado es duradero y vale la pena. Mis pacientes así lo pueden asegurar. En cuestión de semanas obtienen resultados increíbles con regularidad y esfuerzo.

Comparado con otros tratamientos  fisioterápicos, infiltraciones o antiinflamatorios orales el ejercicio se ha visto superior a estos otros tratamientos. Aunque si es cierto que estos otros son un excelente complemento para el ejercicio.

Effectiveness of conservative interventions including exercise, manual therapy and medical management in adults with shoulder impingement: a systematic review and meta-analysis of RCTs

Además el ejercicio reduce la necesidad de pasar por quirófano en un 80%.

Effect of specific exercise strategy on need for surgery in patients with subacromial impingement syndrome: randomised controlled study

Pero no sirve cualquier tipo de ejercicio que encontrareis en Internet o en YouTube.

Sino de un programa de ejercicio personalizado pautado por un fisioterapeuta especializado en lesiones de hombro y totalmente supervisado.

No es cuestión de voy a ir haciendo ejercicios hasta que me canso a ver si eso me cura.

El ejercicio es una herramienta muy poderosa para solucionar tu problema pero necesita ser aplicada por un/a profesional cualificado/a.

Estos son solo algunos de los estudios que comparan el ejercicio con la cirugía resultando ser igual de efectivo, nada invasivo, y con un coste unas 26 veces menor para el sistema sanitario.

Es decir que con el coste de una única cirugía podrían realizarse 26 sesiones de fisioterapia.

¿Un chollo no?

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¿ENTONCES LA CIRUGÍA QUÉ?

Como he explicado al hablar de las pruebas de imagen, operar algo que puede no tener relación con los síntomas puede ser una lotería y por eso los últimos estudios empiezan a señalar que los efectos de la cirugía más bien parecen ser placebos.

Por ejemplo, como  explican estos dos estudios, no hay diferencias entre cirugías de reparación del tendón del bíceps y cirugías  placebo en la mejoría de los pacientes. En las que se abre pero no se toca nada.

 Sham surgery versus labral repair or biceps tenodesis for type II SLAP lesions of the shoulder: a three-armed randomised clinical trial

Subacromial decompression versus diagnostic arthroscopy for shoulder impingement: randomised, placebo surgery controlled clinical trial

Y estos artículos extra:

To what extent are surgery and invasive procedures effective beyond a placebo response? A systematic review with meta-analysis of randomised, sham controlled trials

No evidence of long-term benefits of arthroscopic acromioplasty in the treatment of shoulder impingement syndrome

Además si después de la cirugía tienes que pasar por rehabilitación. ¿Qué es lo que soluciona el problema, la cirugía o la rehabilitación?

CONCLUSIÓN

Por lo tanto, en vista de lo que la ciencia ya ha demostrado y se va a seguir estudiando.

Si te enfrentas a una posible cirugía de hombro, mi consejo profesional es que valores primero qué opciones tienes y de ningún modo pienses que el ejercicio y la rehabilitación son una pérdida de tiempo ni son el tratamiento menor.

Habla con franqueza con tu médico y que te explique en tu caso particular que podéis hacer.

Además, acude a un fisioterapeuta especializado en ejercicio terapéutico y lesiones del hombro que te pueda aconsejar en tu caso y ofrecerte opciones de tratamiento que incluyan ejercicios específicos para que así puedas ahorrarte pasar por un quirófano y todo lo que ello conlleva para ti, tu salud y la economía.

¡FISIOTERAPIA PARA TOD@S!

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